jueves, 8 de diciembre de 2011

Metáfora: Platón

Platón en su VII libro de la República utiliza dos metáforas, las cuales servirían para explicar el estado del ser humano ante la búsqueda del conocimiento; en dichas metáforas filosóficas se vale de usos de arquetipos de la cosmología antigua y símbolos fundamentales de la ciencia sagrada, como lo menciona René Guénon.


La caverna de Platón


 La caverna es la primera y más conocida de las metáforas, en ella observamos tres puntos:

En el primero, hasta el fondo de la caverna, vemos a tres hombres atados en la oscuridad, donde solo el techo está iluminado por una fogata que se encuentra en un muro detrás de ellos. La poca luz que penetra el sitio donde están atados, muestra las tres sombras de tres diferentes objetos de los hombres que se encuentran al otro lado de la pared. Atados de espaldas, los tres hombres al fondo de la caverna solo pueden observar las sombras moverse y especular que son.
Está primer plano, los hombres atados consideran verdad lo que ven, a pesar de que no pueden comprobarlo y es para ellos la representación clara de la realidad.

Como segundo plano están estas mismas tres personas, quienes ahora suben por el cuello de la caverna en busca de la salida. Han sido liberados y ahora dejan atrás el fondo de la caverna para descubrir la el secreto  sobre las sombras; es así como ellos perciben una nueva realidad, y como consecuencia deciden ir más allá: el camino de salida de la oscuridad, la caverna.

Al final de la historia de la metáfora, logran salir y observar el exterior, el sol y una nueva realidad muy diferente que buscaban.


Fedro

El mito del carro alado de Platón, trata de llegar a la relación del hombre con su alma.
Tenemos en dicha metáfora a Fedro, un mortal, quién toma la carroza de fuego de Apolo y decide alcanzar el cielo nocturno; pero lamentablemente perece antes de lograr su cometido.
Fedro representa al hombre, obviamente, y la carroza que decide tomar y llevar más allá, su alma.
El alma del hombre debe ser pura, tiene como tarea el cuidado de lo que es inanimado y recorre todo el cielo. Cuando es perfecta vuela por las alturas y administra todo el mundo; en cambio la que ha perdido las alas es arrastrada hasta que se apodera de algo sólido donde se establece tomando un cuerpo terrestre. A causa de la fuerza del alma, este cuerpo parece moverse a sí mismo y ambos ―cuerpo y alma― reciben el nombre de ser viviente y esa así que puede llegar a la bóveda celeste, por lo que el que hecho de que Fedro no pudiese llegar es un claro significado de que su alma no era adecuada.



Conferencia sobre la metáfora.
6 de octubre del 2011

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