jueves, 8 de diciembre de 2011

De las Mujeres...Simónides de Ceos reseña

Simónides de Ceos, quién nació en  la Isla que le da nombre, es cocido por ser uno de los primeros poetas griegos en cobrar algún clase de remuneración en cambio de su trabajo, dado a que si los artesanos, pintores, escultores, ¿por qué no habría de hacerlo los poetas? Aunque con esto se formó una reputación de codicioso, por lo que fluyen historias como cuando príncipe tesalio Escopas le pidió un poema y después se negó a pagarle, provocando que Simónides de fuera molesto del recinto.
Acompañante de tiranos para poder mantenerse a base de complacerlo con sus creaciones, creó numerosas poesías, de las cuales es importante mencionar varios epigramas, la mayoría a atletas de los juegos panhelénicos. Pero una obra que merece ser mencionada es su yambo a las mujeres.


Fragmento:


De modo diverso la divinidad hizo el talante de la mujer
desde un comienzo. A la una la sacó de la híspida cerda:
en su casa está todo mugriento por el fango,
en desorden y rodando por los suelos.
Y ella sin lavarse y con vestidos sucios,
revolcándose en estiércol se hincha de grasa.




A otra la hizo Dios de la perversa zorra,
una mujer que lo sabe todo. No se le escapa
inadvertido nada de lo malo ni de lo bueno.
De las mismas cosas muchas veces dice que una es mala,
y otras que es buena. Tiene un humor diverso en cada caso.


Otra, de la perra salió; gruñona e impulsiva,
que pretende oírlo todo, sabérselo todo,
y va por todas partes fisgando y vagando
y ladra de continuo, aun sin ver nadie.


No la puede contener su marido, por más que la amenace,
ni aunque, irritado, le parte los dientes a pedradas,
ni tampoco hablándole con ternura,
ni siquiera cuando está sentada con extraños;
sino que mantiene sin pausa su irrestañable ladrar.


A otra la moldearon los Olímpicos del barro,
y la dieron al hombre como algo tarado. Porque ni el mal
ni el bien conoce una mujer de esa clase.
De las labores sólo sabe una: comer.
Ni siquiera cuando Dios envía un mal invierno,
por más que tirite de frío, acerca su banqueta al fuego.


Otra vino del mar. Ésta presenta dos aspectos.
Un día ríe y está radiante de gozo.
Cualquiera de fuera que la ve en su hogar la elogia:
No hay otra mujer más agradable que ésta
ni más hermosa en toda la tierra.


Al otro día está insoportable y no deja que la vean
ni que se acerque nadie; sino que está enloquecida
e inabordable entonces, como una perra con cachorros.
Es áspera con todos y motivo de disgusto
resulta tanto a enemigos como a íntimos.
Como el mar que muchas veces sereno
y sin peligro se presenta, alegría grande a los marinos,
en época de verano, y muchas veces enloquece
revolviéndose en olas de sordo retumbar.
A éste es a lo que más se parece tal mujer
en su carácter: al mar que es de índole inestable.


Otra procede del asno apaleado y gris,
que a duras penas por la fuerza y tras los gritos
se resigna a todo y trabaja con esfuerzo
en lo que sea. Mientras tanto come en el establo
toda la noche y todo el día, y come ante el hogar.
Sin embargo, cuando se trata del acto sexual,
acepta sin más a cualquiera que venga.


Y otra es de la comadreja, un linaje triste y ruin.
Pues ésta no posee nada hermoso ni atractivo,
nada que cause placer o amor despierte.
Está que desvaría por la unión de Afrodita,
pero al hombre que la posee le da náuseas.
Con sus hurtos causa muchos daños a sus vecinos,
y a menudo devora ofrendas destinadas al culto.


A otra la engendró una yegua linda de larga melena.
Ésta evita los trabajos serviles y la fatiga,
y no quiere tocar el mortero ni el cedazo
levanta ni la basura saca fuera de su casa,
ni siquiera se sienta junto al hogar para evitar
el hollín.
Por necesidad se busca un buen marido.
Cada día se lava la suciedad hasta dos veces,
e incluso tres, y se unta de perfumes.
Siempre lleva su cabello bien peinado,
y cardado y adornado con flores.
Un bello espectáculo es una mujer así
para los demás, para su marido una desgracia,
de los que regocijan su ánimo con tales seres.
En esta obra, Simónides deja ver su lado misógino al comparar a las mujeres con diferentes animales, por ejemplo
Todas las otras razas de mujeres presentan innumerables defectos, la mujer-tierra encarna la necedad, la mujer – perro la inmoralidad, la mujer-mar la hipocresía, la mujer-cerdo la suciedad, la mujer-simio la peor desgracia, haciendo con todas esas tipologías, todo un cuadro de la mujer.
Con estás comparaciones, busca Simónides formar todo un cuadro de la mujer, y a pesar de degradarla, se encuentra un poema, no perteneciente a los Yambos, donde enaltece a la mujer como algo de los que los hombres deben buscar para la felicidad, pero siendo esta a la vez una arma de doble filo.

Epigrama:
        No puede el hombre gozar
        Una cosas más hermosa
        Que la mujer, ni una cosa
Ni peor puede disfrutar

Es comprensible el punto de vista de Simónides, dado a que las mujeres de la antigua Grecia no eran consideras ciudadanas, y solo se tomaban de cuenta al ser hijas, hermanas de militares, senadores etc.
Y no hay que dejar de lado que también el hombre antiguo buscaba incluso la procreación, sin tener que usar a la mujer o involucrarla en lo más mínimo

Cea Pacheco María Estefanía

La Anábasis de Jenofonte (Reseña)


En los albores del S. V aC, Ciro el Joven intentaba usurpar el trono de Persia, propiedad en ese momento de su hermano mayor Artajerjes II. Con tal motivo, contrató un enorme ejército de mercenarios griegos, los famosos 10.000, que con sus pesados escudos de bronce a la espalda se incorporaron al grueso del ejército del usurpador persa.
En ese momento se inicia una de los relatos más célebres de la Antigüedad, la Anábasis, que en griego clásico significa la Expedición al Interior, desde la costa de la actual Turquía hasta lo más profundo de la península de Anatolia.

El contingente griego estaba formado por curtidos ex combatientes de la Guerra del Peloponeso, cuyos oídos estaban llenos de los ecos de los éxitos griegos en las batallas de Platea y Maratón. El viaje estuvo jalonado por múltiples aventuras y vicisitudes, la más determinante de las cuales fue la pírrica victoria en la batalla de Cunaxa, en la profunda Babilonia en el 401 aC, que resultó irrelevante al caer el propio Ciro. Este hecho marcó el fin de la expedición militar como tal. A partir de ese momento, los compañeros persas se cambiaron de bando y engrosaron las filas del enemigo. Los cabecillas griegos, con el general espartano Clearco al frente de ellos, fueron o bien asesinados o bien capturados por encargo del sátrapa persa Tisafernes, con lo cual los 10.000 se encontraron abandonados a su suerte en lo más profundo del Imperio Persa, sin comunicaciones ni suministros de ningún tipo.

En ese momento los griegos dan muestra de su
 espíritu indomable y escogen nuevos jefes y toman la decisión de encaminarse hacia el Norte, dirigiéndose hacia el Mar Negro, con la esperanza de poder así regresar a Grecia evitando los peligros del territorio persa. Uno de los jefes de esta república andante, y que nos legará el inmortal relato de esta expedición, fue Jenofonte.

El camino, plagado de peligros y penurias, finalizó con el famoso grito "Thalassa, Thalassa!!" (El Mar, el Mar!!) Cuando por fin vieron a lo lejos el Mar, y con ello la esperanza de encontrar naves mercantes que les devolvieran a casa, tras unos cuantos miles de kilómetros caminados a sus espaldas.

Junto a los Comentarios a la Guerra de las Galias de Julio César, la Anábasis de Jenofonte es una las lecturas más utilizadas en el aprendizaje de las lenguas clásicas.



Vanessa Vargas Báez

Medea; Por Séneca (Reseña)

Séneca nos muestra en esta obra, un manejo a comparación de otras obras suyas, o del tiempo del que proiene, un drama muy cernano a lo que podemos llamar como drama actual, es decir, aquellos problemas que podemos  ver tanto en peliculas como en telenovelas. En Medea, Séneca deja a un lado el paisaje lleno de elementos, deja pasar la legión de caracteres que bien podrían adornar mejor su obra, Pero lejos de esto ser un error, podemos darnos cuenta que esa valorización menor de los elementos, recae en centrarnos más en la cólera que protagoniza Medea frentw a Jasón que intenta salir de la ira de la misma.

Comenzando el posible análisis; desde un inicio se nos muestra a Medea cómo una mujer que es extranjera, que se encuentra sola, pues su marido la deja, insistiendo en una tierra por demás extraña. Y nos dice, que pertenece a un gran linaje, el cual dejó por el amor de Jasón el cual parece termina valorando como una nada. Es ferviente del Dios del Sol, en el que deposita sus esperanzas para llegar a cumplir su venganza. En la antigua Roma cabe mencionar, los extranjeros sufrían un tipo de racismo, el cual se basa entre algunas cosas, que el extranjero no gozaba de la protección de los dioses del lugar. así que tampoco tenían derecho a invocarlos. Desde nu comienzo de la obra se menciona que  Medea debe abandonar su hogar, cosa que es explicada más adelante en su discusión con Creonte, donde queda expuesto que Medea es por mucho, una mujer altamente peligrosa; que así como es muy cordial por el gobierno, a su vez no siente el más mínimo respeto por las leyes. Medea deja muy claro que las únicas leyes que se rigen en ella son las que salen de su propio corazón, o de su posible locura al ser capaz de culpar al mismo Creonye y a Jasón de sus crímenes.

Medea según la mitología provenía de una familia de hechiceras dejando constancia de esto al invocar la ayuda de Hécate en uno de los parrafos de la historia. Más adelante nos damos cuenta que la misma nodriza que acompaña a MEdea, esta consciente de los actos diabólicos de esta. Medea deja claro el motivo de su ira: el abandono de su marido, y la herida de orgullo extra al ser desterrada del único lugar que tiene, y no tiene. Exige un día para despedirse donde crea todo su plan. Esto es, que tambien MEdea esta conciente en toda la obra de su caracter maligno. Al desatar la ira de sus dioses e invocaciones en el pueblo, termina por asesinar a sus propios hijos, alegando que al no ser ya parte del pueblo por el exilio que ha sido condenada a sufrir, dice que ya no son suyos, si no del padre, con quienes comparte la ira. Al terminar con la vida del primero,  todos sus impulsos quedan evaporados al notar que Jasón le pide que termine con la vida del segundo hijo, para que se marche y deje el pueblo en paz. Nota que Jasón no noto la muerte de su primer hijo, y muy por el contrario de sentirse arrepentido sigue prefiriendo a su segunda mujer, y al pueblo. como se dan vestigios de ese caracter al inicio de la obra.
La obra finaliza con Medea fracturando su mente, volviendo en segundos a un ser completamente maternal que sufre la muerte de uno de sus hijos pero la ira, a su vez, la hace regresar a ese momento de odio desmedido. amenza con matar al segundo, acción que posiblemente haga, y quizás un tercero que lleve en el vientre.

Medea, nos muestra un drama clásico, con el sentimiento más obvio y común, pero con una psicología y unos personajes por demás interesantes. Por un lado Medea, mujer que termina dominada por la ira, por el recelo termina siendo presa de sus propios demonios,. Y podrá destruir al pueblo que la aborrece y le teme por igual, o podrá destruir tosa la estirpe de Jasón, pero dentro de ella el odio será inmortal. Ni la muerte del propio Jasón podria darle satisfacción. Podemos ver en la obra los pensamiento claramente influyenetes de Séneca, en la parte que  entra Creonte dejando muy claro que por muy fuerte e intimo que sea un problema familiar, el gobierno podía intervenir de la manera que más le agradara, o mejor dicho que le beneficiara. Jasón es un persona del que casi no se habla pero posiblemente es el verdadero protagonista de esta historia por todo el relieve de acontecimientos que originó.
Esta obra parece marcar una diferencia con los demás autores del siblo en que estaba séneca, o el método de escritura acostumbrado pero termina por darnos una obra totalmente fresca y con una problematica más que común en cualquier parte del mundo. Ya sean Los ángeles, california en la actualidad; o en la mismísima Grecia antigua.

                                                                                                     César Ignacio Prado Oliva

Metáfora: Platón

Platón en su VII libro de la República utiliza dos metáforas, las cuales servirían para explicar el estado del ser humano ante la búsqueda del conocimiento; en dichas metáforas filosóficas se vale de usos de arquetipos de la cosmología antigua y símbolos fundamentales de la ciencia sagrada, como lo menciona René Guénon.


La caverna de Platón


 La caverna es la primera y más conocida de las metáforas, en ella observamos tres puntos:

En el primero, hasta el fondo de la caverna, vemos a tres hombres atados en la oscuridad, donde solo el techo está iluminado por una fogata que se encuentra en un muro detrás de ellos. La poca luz que penetra el sitio donde están atados, muestra las tres sombras de tres diferentes objetos de los hombres que se encuentran al otro lado de la pared. Atados de espaldas, los tres hombres al fondo de la caverna solo pueden observar las sombras moverse y especular que son.
Está primer plano, los hombres atados consideran verdad lo que ven, a pesar de que no pueden comprobarlo y es para ellos la representación clara de la realidad.

Como segundo plano están estas mismas tres personas, quienes ahora suben por el cuello de la caverna en busca de la salida. Han sido liberados y ahora dejan atrás el fondo de la caverna para descubrir la el secreto  sobre las sombras; es así como ellos perciben una nueva realidad, y como consecuencia deciden ir más allá: el camino de salida de la oscuridad, la caverna.

Al final de la historia de la metáfora, logran salir y observar el exterior, el sol y una nueva realidad muy diferente que buscaban.


Fedro

El mito del carro alado de Platón, trata de llegar a la relación del hombre con su alma.
Tenemos en dicha metáfora a Fedro, un mortal, quién toma la carroza de fuego de Apolo y decide alcanzar el cielo nocturno; pero lamentablemente perece antes de lograr su cometido.
Fedro representa al hombre, obviamente, y la carroza que decide tomar y llevar más allá, su alma.
El alma del hombre debe ser pura, tiene como tarea el cuidado de lo que es inanimado y recorre todo el cielo. Cuando es perfecta vuela por las alturas y administra todo el mundo; en cambio la que ha perdido las alas es arrastrada hasta que se apodera de algo sólido donde se establece tomando un cuerpo terrestre. A causa de la fuerza del alma, este cuerpo parece moverse a sí mismo y ambos ―cuerpo y alma― reciben el nombre de ser viviente y esa así que puede llegar a la bóveda celeste, por lo que el que hecho de que Fedro no pudiese llegar es un claro significado de que su alma no era adecuada.



Conferencia sobre la metáfora.
6 de octubre del 2011

Apuleyo

Apuleyo
El autor, nace en una del norte de África, en la ciudad de Madaura. Consolida su educación a lo largo de un recorrido formativo que empieza en Grecia, sigue en Roma y termina en Alejandría, para finalmente regresar a su ciudad natal. Cabe destacar la importancia que adquirirán los periodos transcurridos en el primero y en el último de estos tres centros de cultura de la época, por lo que supondrán en la formación de su personalidad, el conocimiento de la filosofía neoplatónica y las artes, pero sobretodo por la iniciación en la mayoría de los ritos religiosos orientales así como en todo tipo de rituales de magia.


La obra de Apuleyo “El asno de oro” fue escrita a finales del siglo II d.C (se sugiere que en el 170 d.c)., durante una época de gran crisis social, cultural y económica en las provincias del Imperio Romano, resultado precisamente de estas olas y contra olas de la romanización.
La obra consta de una estructura muy particular dividida en once libros o capítulos. Se trata de una serie de cuentos hilvanados mediante diferentes recursos, que sin embargo consigue un efecto de unidad tanto de narración como argumental.
El hilo conductor que confiere unidad a la obra, lo lleva la historia de Lucio, el personaje principal. Lucio, es un joven apuesto de buena familia que va en viaje de negocios por su país, y que vivirá, durante una primera parte del libro, una serie de agradables experiencias llenas de sensualidad, rodeado de un ambiente selecto y dado a los tranquilos placeres que éste le ofrece. Sin embargo, todo dará un giro repentino debido a la afición de nuestro personaje a la magia, que le lleva a terminar convertido en asno debido a un error que comente en una de estas prácticas, mediante la cual pretendía convertirse en ave. A partir de aquí empiezan una serie de desgraciadas aventuras para el pobre Lucio, hasta que concluye la obra, con la transformación de nuestro personaje principal en hombre gracias a la ayuda de los dioses, y su conversión posterior a la vida espiritual y de entrega al culto.


Eros y Psique

Integrada entre todas estas aventuras del citado protagonista, hallaremos la historia de Eros y Psique,  que da comienzo a mitad del Libro IV y finaliza casi terminado el Libro VI.
Encontramos al pobre Lucio-asno al servicio de una banda de crueles ladrones y secuestradores, que tienen en su poder a una joven de rica familia a la cual raptan en mitad de las nupcias con su amado. En su desconsuelo, la joven cuenta su desgracia a la vieja cocinera de los ladrones, y ésta conmovida por tantos lamentos, la intenta calmar contándole precisamente la historia de Eros y Psique

La historia es narrada como digresión y paralelo estructural al argumento principal de la novela de Apuleyo. Narra la lucha por el amor y la confianza entre Eros y la princesa Psique. Afrodita estaba celosa de la belleza de la mortal Psique, pues los hombres estaban abandonando sus altares para adorar en su lugar a una simple mujer, y así ordenó a su hijo Eros que la hiciera enamorarse del hombre más feo del mundo. Pero el propio Eros se enamoró de Psique, y la llevó por arte de magia a su casa. Su frágil paz fue arruinada por una visita de las celosas hermanas de Psique, quienes hicieron que ésta traicionase su confianza. Herido, éste la expulsó y Psique vagó por la tierra, buscando a su amor perdido. Apuleyo atribuye en su obra una hija de Eros a Psique, Hedoné, cuyo nombre significa ‘placer’.


Suetonio

 



Cayo Suetonio
Fue un historiado romano. Fue recomendado por Plinio el joven, al emperador Trajano, gracias a lo cual pudo entrar a trabajar en la burocracia imperial. Bajo el mandato de Adriano se encargó de la dirección de los archivos imperiales, pero fue apartado de su puesto por «tomarse demasiadas familiaridades con la emperatriz». Gracias a la extraordinaria calidad de las fuentes que llegó a manejar durante su ejercicio en la corte, pudo dedicarse a escribir la que sería su obra más importante, Vida de los doce Césares, en la que biografió a los emperadores habidos desde Augusto a Domiciano. Esta obra ha brindado a la historiografía una gran cantidad de datos sobre la vida privada y el gobierno de los emperadores romanos, aunque se centra más en cuestiones superficiales, y en algunos casos escandalosas, que en un estudio profundo de los hechos históricos


Pratum de rebus variisDe su obra cabe decir que fue extensa y que escribió tanto en lengua latina como en griega, pero, por desgracia, de toda su producción tan sólo se han conservado dos obras prácticamente completas: Las vidas de los doce césares (De vita Caesarum) y el De grammaticis et rhetoribus. En estado más fragmentario nos han llegado el De poetis, y, quizá retrabajado por autores posteriores, el De viris illustribus ("Sobre los hombre ilustres"), que posiblemente fueron los libros 11-19 de su perdida

Satyricon de Fellini (1969)




En la Roma del siglo primero después de Cristo, dos estudiantes, Encolpio y Ascilto, discuten sobre su propiedad sobre el adolescente Gitone. El niño escoge a Ascilto. Sólo un terremoto salva a Encolpio del suicidio. A partir de entonces, Ascilto vivirá una serie de aventuras y desventuras para conocer nuevos amores.

Petronio

Escritor latino.  Su nombre completo era probablemente Cayo (o Tito) Petronio Niger. El historiador romano Tácito se refería a él como Arbiter Elegantiae (árbitro de la elegancia). Su sentido de la elegancia y el lujo convirtieron a Petronio en organizador de muchos de los espectáculos que tenían lugar en la corte de Nerón. Petronio fue también procónsul de Bitinia. Su influencia sobre Nerón despertó los celos del político Ofonio Tigelino, otro de los favoritos del emperador, que lanzó contra él falsas acusaciones. Nerón le ordenó, entonces, permanecer en Cumas, y el escritor decidió quitarse la vida. Se dice que antes de morir envió al emperador un escrito en el que enumeraba todos los vicios del tirano.

Supuesto autor del Satiricón, conservado sólo fragmentariamente, el Satiricón de Petronio es una obra en prosa con algunos pasajes en verso que narra las aventuras de unos jóvenes libertinos. Estructurada en episodios y repleta de novedosos recursos estilísticos, constituye una sarcástica descripción de la sociedad romana de la época.
                                                        CAPÍTULO III. 
Agamenón, impaciente de oírme declamar tanto rato en el pórtico, cuando él en la escuela se había quedado sin oyentes, me dijo: -Joven; el público no puede saborear tus pláticas. Tienes, lo que es rarísimo, buen sentido, y no te ocultaré los secretos del arte de la oratoria. Las faltas de las lecciones no deben atribuirse en lo mas mínimo a los profesores, porque las cabezas vacías no pueden contener ideas, y si los maestros se empeñaran en inculcárselas, se quedarían, como dijo Cicerón, solos en la escuela. Así los aduladores, cuando están convidados a comer, preparan frases agradables para halagar los oídos de los comensales. De otro modo, esos oradores parásitos harían lo que el pescador que, habiéndose olvidado de poner el cebo en los anzuelos, se tendiese sobre una roca, renunciando a la pesca.

Virgilio

Poeta romano, autor de la Eneida, obra maestra de la literatura clásica latina. La influencia de Virgilio en escritores europeos de épocas posteriores fue enorme. Publio Virgilio Marón nació el 15 de octubre del año 70 a.C., en Andes, un pueblecito próximo a Mantua. Su padre era un humilde campesino. Virgilio estudió en profundidad las literaturas griega y romana, además de retórica y filosofía, en Cremona, Milán, Roma y Nápoles. Gracias a la protección del político romano Cayo Mecenas, Virgilio se vio libre de preocupaciones económicas y pudo entregarse plenamente al estudio y a la literatura. Pasó la mayor parte de su vida en Nápoles y Nola, y entre sus ámigos más íntimos figuran su protector y mecenas, Octavio, que más tarde se convertiría en el emperador Augusto, y muchos eminentes poetas, como Horacio y Lucio Vario Rufo. En el año 19 a.C. emprendió un viaje por Grecia y Asia, con la intención de revisar su obra maestra, la Eneida, prácticamente terminada para entonces, y dedicar el resto de su vida al estudio de la filosofía. En Atenas, se reunió con Augusto y regresó con él a Italia. Virgilio enfermó antes de embarcar y murió poco después de su llegada a Brindes (hoy Brindisi). En su lecho de muerte, Virgilio ordenó a Augusto que destruyera la Eneida; sin embargo, el poema fue revisado y publicado por Vario Rufo y Plotio Tuca.

El Appendix Vergiliana, una colección de poemas menores, se atribuyó a Virgilio en la antigüedad. La colección incluye breves poemas épicos, (Ciris, Culex), elegías (Lydia, Copa o La tabernera), un poema didáctico (Etna), y una serie de poemas breves agrupados bajo el título de Catalepton, o Miniaturas. Todos los poemas están escritos en el mismo estilo erudito e innovador que caracteriza a los poetas helenistas de Alejandría, y muchos revelan la influencia del poeta romano Catulo y su escuela. La autenticidad de la colección es, sin embargo, bastante discutida por los especialistas modernos. Ciertos poemas, especialmente algunos de los incluidos en Catalepton, que hablan de la vida de Virgilio, pueden ser obras de juventud.

En el año 37 a.C. Virgilio completó su primera gran obra, las diez Eglogas o Bucólicas, poemas pastoriles inspirados en los Idilios de Teócrito, un poeta alejandrino del siglo III a.C., si bien los poemas de Virgilio son más estilizados y menos realistas. Virgilio dio a las Eglogas un carácter más original y nacional, introduciendo en los poemas personajes y hechos reales y aludiendo a otros personajes y sucesos bajo un velo alegórico. La famosa égloga IV celebra el nacimiento de un niño que traería una nueva Edad de Oro, de paz y prosperidad. A finales del Imperio Romano, y durante la edad media, este poema se consideró como una profecía de la llegada de Jesucristo.

Las Geórgicas son un tratado en cuatro volúmenes sobre la vida campesina, escrito entre los años 36 y 29 a.C. El poema alcanza la máxima perfección artística conocida en la poesía latina, y su publicación confirmó la posición de Virgilio como el mayor poeta de su tiempo. Aunque en realidad es un tratado de agricultura, enfocado desde un punto de vista técnico, son también una viva defensa de la necesidad de restablecer la vida agrícola tradicional en Italia. El poema aspiraba a tener carácter universal, como muestran los temas de la guerra, la paz, la muerte y la resurrección que cierran cada uno de los cuatro volúmenes.
Virgilio dedicó los últimos once años de su vida a componer la Eneida, una epopeya mitológica en doce libros que relata las peripecias del héroe Eneas durante siete años, desde la caída de Troya hasta su victoria militar en Italia. En esta obra, Virgilio se propone describir su Roma ideal y, en cierto modo, prefigurar los acontecimientos de la historia romana.la Eneida puede considerarse una obra universal, por su estructura ambiciosa, su belleza estilística y su preocupación por las tribulaciones del individuo. la Eneida fue una obra muy apreciada en su época. Durante la edad media se encontró en ella un sentido filosófico, y Virgilio fue considerado casi un vidente y un mago. Dante realiza un homenaje a Virgilio en la primera parte de la Divina Comedia, convirtiéndole en guía del poeta a través del Infierno y del Purgatorio, hasta llegar a las puertas del Paraiso. Pero fue la devoción de Petrarca por el estilo virgiliano, lo que convirtió a Virgilio en una referencia constante en el humanismo en el renacimiento.


Ovidio


(Publio Ovidio Nasón, nació Sulmona, actual Italia, 43 a.C. y falleció en Tomis, hoy Constanza, actual Rumania, 17 d.C.) Poeta latino. Educado en las artes de la política, estudió en Roma y completó su formación en diversas ciudades del mundo griego, pero pronto abandonó la política para dedicarse por entero a la poesía, convertido en un hombre adinerado tras heredar la hacienda de su padre.
Tuvo numerosas amantes, y se casó tres veces (con dos divorcios), y algunas de sus peripecias amorosas aportaron el material poético para sus Amores, una serie de poemas que narran los incidentes de sus relaciones con Corina, personaje en el que seguramente condensó diversas figuras femeninas.

En roma residió hasta los cincuenta años de edad, allí se relacionó con la más alta sociedad, incluido el emperador Augusto. En su primera etapa, la poesía de Ovidio tenía  tems que giraban en torno al amor y el erotismo. Donde se en un tipo de consejos de como seducir mujeres; pero es en la metamorfosis donde se nota una madurez, que recoge historias mitológicas dobre la metamorfosis o las transformaciones. Es un poema que trata una voluntad de competir con Virgilio.

Perteneció a una serie de poetas, que no conocían la vida durante las guerras. Dandole un toque despreocupado a sus liricas, incluso a sus temas políticos.

Catulo

Nació en Verona, en la galia transpanada. Estudió en Roma pasando allí varias temporadas donde comenzó a rodearse de los llamados poetas neotéricos; los cuales se caracterizaban por una aficción a la poesía griego-alejandrina.


¿Quién era Lesbia?


Muchos de sus poemas, hablaban sobre una enferma relación de amor odio que mantenía con una mujer llamada Lesbia. En su totalidad estos poemas era autobiográficos, nos mostraban un poco de la psique, o de la mentalidad de Catulo. En unos salía como el hombre más enamorado del mundo, de repente se volvía un ser amargoso que se ordenaba dejarla a un lado por más que la quisiera. Callendo en otros en un repudio total.
Lesbia era en realidad la esposa de Quinto Cecilio Metelo, que era gobernador, el cual era enemigo de Cicerón. El verdadero nombre de esta mujer era Clobia; Su infidelidad al dejar a Catulo y su libertinaje al tener intimidad tanto con hombres como con mujeres, le hizo acredora del apodo Lesbia, obviamente traido de los mundo de Safo de Lesbos.

Claudia Pulcra Tercia, también conocida como Clodia o Claudia Metela, nacida en 95 a. C., tercera hija del patricio Apio Claudio Pulcro y Cecilia Metela Baleárica y hermana de Publio Clodio Pulcro. No debe ser confundida con su sobrina, Clodia Pulcra, brevemente casada con Octaviano.
Como las mujeres de clase alta de su época, Clodia recibió buena educación en Griego y en Filosofía, con un talento especial para escribir poesía. Su vida, inmortalizada en los escritos de Cicerón y también, según creencia general, en los poemas de Catulo, fue caracterizada por unos continuos escándalos.
RENUNCIA DE AMOR

VIII
Desgraciado Catulo, deja de hacer locuras,
y lo que ves perdido, por ello dalo.
Brillaron para ti en otro tiempo blancos los soles,
cuando acudías allá donde quería una muchacha,
amada por nosotros como no será amada ya ninguna.
Eran entonces aquellas tantas diversiones
que deseabas tú y que ella no rehusaba.
Brillaron, sí, para ti blancos los soles.
Mas ella ya no quiere, y tú -reprime la pasión-
    tampoco quieras,
ni vayas tras quien huye, ni vivas desgraciado,
sino que, duro el ánimo, tente firme. No sientas.
Adiós muchacha, Catulo ya no siente.
Pues que no lo deseas, ya no te irá a buscar
ni te hará ruegos,
pero tú sufrirás cuando nadie te ruegue.
Ay de ti, desdichada, ¡qué va a ser de tu vida!
¿Quién va a estar junto a ti? ¿Quién te verá bonita?
¿Ahora a quién vas a amar? ¿De quién dirán que eres?
¿A quién vas a besar? ¿Morderás en qué labios?
Pero Catulo, tú, condenado, no sientas.


Existe una muy interesante versión sobre los amores de Clodia con su hermano y demás patricios romanos en "Vidas imaginarias" de Marcel Schwob. Hay edición en español de la editorial Longseller.

Horacio

Quinto Horacio Flaco 
 Nació en Venusia, hoy Venosa, Basilacata, el 8 diciembre de 65 a.C. y murió en Roma,  el 27 noviembre fue el principal poeta lírico y satírico en lengua latina.
Fue un poeta reflexivo, que expresa aquello que desea con una perfección casi absoluta. Los principales temas que trata en su poesía son el elogio de una vida retirada (beatus ille) y la invitación de gozar de la juventud (carpe diem), temas retomados posteriormente por poetas españoles como Garcilaso de la Vega y Fray Luis de León. Escribió, además, epístolas (cartas), la últimas de las cuales, dirigida «A los Pisones», es conocida como Arte poética.

Fue hijo de un esclavo liberto, si bien nació cuando su padre ya gozaba de la libertad. Su padre, aunque pobre, invirtió mucho dinero en la educación de su hijo, acompañándolo a Roma donde inició sus estudios de Gramática con Orbilio y, probablemente, los de retórica con Heliodoro. A los 20 años de edad se trasladó a Atenas para estudiar griego y Filosofía en la Academia con Teomnesto, donde tomó contacto por vez primera con el epicureísmo. Horacio siempre reconoció los cuidados y el gran sacrificio que su padre hizo por él, siendo la relación con su progenitor uno de los más bellos episodios de amor filial que sobreviven del periodo clásico.
Tras el asesinato de Julio César, se unió al partido republicano, formando parte del ejército que Marco Junio Bruto preparaba en Grecia para oponerse a los triunviros Octavio y Marco Antonio, siendo nombrado tribuno militar. El ejército republicano fue derrotado en la doble batalla de Filipos (42 a. C.), en la cual, dadas sus escasas aptitudes militares, hubo de escapar para salvar así su vida. Cuando Octavio decretó una amnistía a favor de aquellos que habían luchado en su contra, Horacio decidió volver a Roma, conociendo entonces la noticia de la muerte de su padre y la confiscación de sus propiedades. Sumido en la pobreza, consiguió no obstante trabajo como escribano de cuestor, un puesto que le permitió practicar su arte poético.
Horacio fue ganando el respeto y la admiración de los círculos literarios romanos, al que pertenecían Virgilio quienes le presentaron a Cayo Mecenas amigo y consejero de César Augusto. El emperador le brindó su protección, llegándole a ofrecer un puesto como secretario personal, si bien Horacio declinó la oferta debido a sus principios epicúreos. Mecenas llegó a convertirse en su protector y amigo personal, y obsequió a Horacio con una finca en Tiber, en las montañas Sabinas donde el poeta se retiró a redactar sus obras. Su amistad fue tal que incluso fueron enterrados el uno junto al otro.

Plauto


Plauto

(Tito Maccio Plauto; Sarsina, actual Italia, 251 a.C.-Roma, 184 a.C.) Comediógrafo latino. A pesar de que los datos sobre su vida son inciertos, se cree que trabajó en Roma durante su juventud en una compañía teatral, quizá como actor cómico, y que, habiendo ahorrado un poco de dinero, lo invirtió sin éxito en una especulación comercial. Empobrecido, se dice que trabajó como molinero mientras escribía sus primeras obras en sus ratos de ocio.
Sus comedias comenzaron a representarse en Roma a partir del 210 a. C., en medio de un gran éxito de público, hecho que se tradujo, tras su muerte, en una abundante circulación de obras. Son más de 130 las comedias atribuidas a Plauto, aunque el crítico Varrón, en el siglo I a. C., consideró que sólo 21 eran auténticas, las mismas que han llegado hasta hoy.
Plauto se dedicó exclusivamente a la comedia, tomando como modelo la nueva comedia griega, que él adaptó al gusto romano y que al parecer contrastó con otras obras romanas contemporáneas, mezclando personajes y situaciones. Si bien partía de situaciones completamente convencionales, Plauto supo combinar con gran maestría la acción y el diálogo, pasando con un ritmo vivo de la intriga al retrato de costumbres, y supo imprimir a sus textos una dosis importante de lirismo y fantasía.

Lucio Anneo Séneca

(Córdoba, h. 4-Roma, 65)

Fue un filósofo  hispano-romano. Perteneció a una familia acomodada de la provincia Bética del Imperio Romano. Su padre Marco el Retórico, cuya habilidad dialéctica fue muy apreciada luego por los escolásticos, y cuidó de que la educación de su hijo en Roma incluyera una sólida formación en las artes retóricas, pero Séneca se sintió igualmente atraído por la filosofía, recibiendo enseñanzas de varios maestros que lo iniciaron en las diversas modalidades de la doctrina estoica por entonces popular en Roma. .
Su fama, sin embargo, disgustó a Calígula, quien estuvo a punto de condenarlo en el 39. Al subir Claudio al trono, en el 41, fue desterrado a Córcega, acusado de adulterio con una sobrina del emperador. Ocho años más tarde fue llamado de nuevo a Roma como preceptor del joven Nerón y, cuando éste sucedió a Claudio en el 54, se convirtió en uno de sus principales consejeros, cargo que conservó hasta que, en el 62, viendo que su poder disminuía, se retiró de la vida pública.
En el 65 fue acusado de participar en la conspiración de Pisón, con la perspectiva, según algunas fuentes, de suceder en el trono al propio Nerón; éste le ordenó suicidarse, decisión que Séneca adoptó como liberación final de los sufrimientos de este mundo, de acuerdo con su propia filosofía.
En general, su doctrina era la de los antiguos estoicos, aunque, en numerosos aspectos, incorporó a ella su propia visión personal y hasta la de pensadores de escuelas antagónicas, como Epicuro, al que cita a menudo en términos aprobatorios; con ello no hizo sino ejemplificar el espíritu ecléctico y sintético característico del «estoicismo nuevo» propio de su época, del cual fue el máximo exponente.

El Senequísmo; equilibrio entre la naturaleza y el hombre.
La filosofía era, para él, un asunto fundamentalmente práctico, cuyo principal objetivo era el de encaminar a los hombres hacia la virtud, comunicándoles el conocimiento de la naturaleza del mundo y de su propio lugar en él para que ello los hiciera capaces de guiar sus vidas de acuerdo con la voluntad divina. En este sentido, la lógica y la física proporcionan un fundamento a la ética pero no ocupan su lugar, sino que están subordinadas a ella como lo estaban ya en el antiguo estoicismo; a este último, Séneca aporta esfuerzo, que aplica a persuadir del deber de obrar y pensar rectamente, más que a demostrar la verdad de un conjunto de enunciados éticos normativos.
Se vale de la descripción vívida de los beneficios de la virtud y las desventajas del vicio; en la comprensión de que todos los bienes y males de este mundo son transitorios radica la autosuficiencia del verdadero sabio, quien, para conseguirla, debe liberarse de sus emociones, juicios equivocados acerca del valor de las cosas.
El tono moral de Séneca está cargado de acentos religiosos que lo aproximan al teísmo y llevaron a pensar en la posibilidad de que fuera cristiano, circunstancia que trató de probarse a través de una supuesta correspondencia con san Pablo, que resultó ser apócrifa.
Fue  autor de nueve piezas dramáticas,  que son mayormente, estudios de las tensiones emocionales a que se ven sometidos los personajes, destinadas a ser leídas más que representadas; escribió así mismo una magistral y mordaz sátira de la deificación del emperador Claudio.

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/seneca.htm

Poderosa afrodita, la película

Lenny ( Woody Allen) y Amanda (Bonham Carter) son una pareja de Nueva York que decide adoptar a un niño, con el pasar de los años se dan cuenta de su inteligencia y Lenny decide buscar a los padres biológicos. Su sorpresa comienza cuando descubre que la madre de su hijo es una prostituta. A partir de esto se desencadenara una serie de acontecimientos irreverentes, muy propios de Woody Allen.
Además, durante la película se hacen cortes en donde aparece un coro que narra lo que va sucediendo y tiene la misma función que este tenía en las tragedias griegas, pero por supuesto sin olvidar el toque cómico del director.
Una parte de las más graciosas de la película.  Debes verla!!!!

Longo




De Longo se tiene casi nada de su vida. Solo se sabe que fue griego, y que fue el autor de la novela Dafnis y Cloe En este relato, Longo es muy retórico. Esta sencillez en el relato hace incapié en su interés humano. Longo imitó el ambiente de la vida de los pastores de Teócrito. Y se considera una de las novelas giregas ya más encaminadas al ambito moderno.

Jenofonte


Fue un historiador, militar y filósofo griego, conocido por sus escritos sobre la cultura e historia de Grecia.
Nació en las cercanías de Atenas, en la región de Ática, durante la segunda mitad del siglo V a. C., en el seno de una familia acomodada. Su infancia y juventud transcurrieron durante la Guerra del Peloponeso404 a. C.), en la que participó formando parte de las fuerzas ecuestres. (431-
Fue discípulo de Sócrates y escribió diálogos inspirados en su persona. Durante el gobierno de los Treinta Tiranos, Jenofonte se unió a una expedición de mercenarios griegos a Persia conocida como la Expedición de los Diez Mil, contratados por el príncipe persa Ciro el Joven (con quien trabó amistad), que se enfrentaba con su hermano mayor Artajerjes II, el rey de Persia. A la muerte de Ciro en la batalla de Cunaxa, la expedición quedó abandonada a su suerte, por lo que se tuvo que abrir paso a través de 1.500 km de territorio hostil hasta conseguir volver a Grecia.
El relato de Jenofonte sobre esta expedición lleva por nombre Anábasis y es su obra más conocida. Alejandro Magno consultó durante su invasión al Imperio aqueménida este excelente escrito, que lo ayudó incluso a tomar serias decisiones en el ataque y asedio a diferentes ciudades y fortificaciones.
Tras regresar a Grecia, Jenofonte entra al servicio del rey espartano Agesilao II, que comandaba un cuerpo expedicionario griego para proteger las ciudades griegas de Asia Menor de los persas (396 a. C.).
Sin embargo, la alianza griega pronto se rompió y en el 394 a. C. tuvo lugar la batalla de Coronea, en la que Esparta se enfrentó a una coalición de ciudades griegas de la que formaba parte Atenas. Jenofonte tomó parte en la batalla, al servicio de Agesilao, por lo que fue desterrado de su patria. En cualquier caso, los espartanos le distinguieron primero con la proxenía (honores concedidos a un huésped extranjero) y más tarde con una finca en territorio eleo, en Escilunte, cerca de Olimpia, en la que comenzó a escribir parte de su prolífica obra. Aquí se le unieron su esposa, Filesia, y sus hijos, los cuales fueron educados en Esparta.
En el 371 a. C. se libró la batalla de Leuctra, tras la cual los eleos recuperaron los territorios que les habían sido arrebatados previamente por Esparta, y Jenofonte tuvo que trasladarse a Corinto. Al tiempo, el poder emergente de Tebas originó una nueva alianza espartano-ateniense contra Tebas, por lo que le fue levantada la prohibición de volver a su patria. Sin embargo, no hay evidencia de que Jenofonte retornara a Atenas.
Jenofonte es considerado por algunos autores, entre ellos Jacob Burckhardt, como partícipe de la idea del panhelenismo, ya que, a pesar de sus simpatía por Esparta en detrimento de Atenas, apoyó la idea de unir políticamente todas las polis griegas.

En sus obras se manifiesta hostil hacia la democracia ateniense y se orienta hacia formas más autoritarias, como las que conoció en Esparta y en Persia.


Históricas y biográficas

  • Anábasis
  • Ciropedia, una semblanza del rey persa Ciro II el Grande de intención moralizante.
  • Helénicas, historia de la Guerra del Peloponeso que continúa la obra inacabada de Tucídides.
  • Agesilao
  • La Constitución de los atenienses

Obras socráticas y diálogos

  • Memorables
  • Económico
  • El banquete.
  • Apología de Sócrates
  • Hierón

Tratados menores

  • Sobre la caballería, en el que sienta las bases de la doma clásica.
  • Hipárquico, sobre el oficial de caballería.
  • Cinegético
  • Ingresos
  • La República de los lacedemonios

Hesíodo

Fue un poeta de la Antigua Grecia. Su datación en torno al año 700 a.C. es discutida.
Los datos biográficos de Hesíodo se han obtenido principalmente de lo que él mismo dice en sus propias obras. Nació en Ascra, cerca de Tebas hacia la segunda mitad del siglo VIII a. C. o la primera del siglo VII a. C. Fue campesino e hijo de un comerciante. La tradición lo sitúa como contemporáneo de Homero e incluso rival suyo en certámenes poéticos.
Suele considerarse el más antiguo de los poetas helenos después de Homero y, durante buena parte del siglo XIX, la crítica llegó a dudar de su auténtica existencia, aunque ésta parece fuera de toda duda en la actualidad. La familia de Hesíodo estableció su residencia en Beocia, procedente de Cime de Eolia, lugar de origen de su padre. Poco se sabe de su vida; parece que fue fundamental en ella la enemistad con su hermano Perses a causa de la herencia paterna, y este tema abordó en su obra Trabajos y días. Muerto su padre, Hesíodo se estableció en Naupacto, donde pasó su juventud al cuidado de un rebaño de ovejas y llevando la vida plácida y sencilla de los campesinos griegos. Los actuales especialistas sitúan como contemporáneo de Homero a Hesíodo, mas su poesía, muy alejada del estilo épico y grandioso de la de aquél, está destinada a instruir más que a exaltar. Se sabe también que en Calcis (Eubea) participó en un concurso de aedos y obtuvo la victoria. Murió al parecer en Ascra y sus cenizas se conservaron en Orcómeno, donde se le rindieron honores como a un fundador de la ciudad.
Muchas de las obras que durante la Antigüedad se le atribuían, como los poemas sobre arte adivinatorio La ornitomancia, Los versos mánticos y Las explicaciones de los prodigios, no son realmente suyas. Lo que parece probado con seguridad es que fue el autor de los Trabajos y días, de la Teogonía, que explica el origen del universo y la genealogía de los dioses, y de los cincuenta y cuatro primeros versos del El escudo de Heracles. Junto con las de Homero, las obras de Hesíodo se convertirían en parte del corpus fundacional de la cultura griega, gracias a su labor de sistematización del conjunto de mitos heredados y al inicio de su interpretación en un sentido moral y práctico. La cultura griega se caracterizaría en todo momento por la compleja relación que mantendría con el conjunto de concepciones mitológicas y religiosas de sus propias tradiciones, tanto para rechazarlas como para reverenciarlas, aunque siempre extraería de allí sus más fecundas intuiciones.
Sus obras, como las de Homero, fueron objeto ya desde el siglo VI a. C. de estudio y veneración.
Es el gran y primer compilador de la religión antigua griega. Puso por escrito y ordenó todo el cuerpo mitológico transmitido hasta entonces de forma oral. En su obra se basaron los mitógrafos posteriores clásicos, gracias a lo cual ha llegado en gran parte hasta nuestros días. Su obra principal es la Teogonía, en la que relata la genealogía de los dioses de la mitología griega.
Se han transmitido de forma completa:
  • Teogonía
  • El escudo de Heracles
  • Trabajos y días
Se conservan de forma fragmentaria o hay referencias de:
  • Catálogo de mujeres (o Eeas, en teoría continuación de la Teogonía)
  • Consejos de Quirón o Grandes Eeas
  • Boda de Ceix
  • Melampodia
  • Descenso de Pirítoo
  • Dáctilos ideos
  • Grandes Trabajos
  • Egimio
  • Los Alfareros
  • Ornitomancia
  • Astronomía


Helena de troya, 1956


 En 1956 se estrenó Helen of Troy (Helena de Troya), película dirigida por Robert Wise y  producida por Warner Bros.
La historia nos relata la manera en que se desarrolla la  guerra de troya, iniciada por un ataque de celos, haciendo que Helena huyera hacia troya, donde es fuertemente condenada por el pueblo.



A continuación el trailer de tan impresionante pelicula, de las mejores en cuanto a ambientación basada en la antiguedad Romana.

Aristófanes


Nació en el 430 A.C. y murió en el 185 A.C.
Dramaturgo ateniense, considerado uno de los más grandes autores de comedias de la historia de la literatura. Sus obras se han representado a lo largo de los siglos y su ingenio, comicidad y lenguaje poético le han asegurado una popularidad duradera. Aristófanes, hijo de un tal Filipo, se cree que nació en los alrededores de Atenas. Probablemente recibió una buena educación y tal vez fuera propietario de la isla de Egina. Tuvo tres hijos, Filipo, Araros y Nicostratos, que todos fueron poetas cómicos. Aristófanes fue famoso por su conservadurismo. Prefería la monarquía a la democracia, y las ideas filosóficas y teológicas establecidas a las nuevas ideas de los sofistas. Su oposición a las novedades y reformas era más emocional que intelectual, y tenía tendencia a no distinguir entre las propuestas progresivas y las retrógradas.
Fué un critico con la plolitica y la ciudad.
Es autor de comedias, las cuales originalmente se sabian que eran 40, pero actualmente solo se preservan 11, las cuales son:
  • Las nubes (una sátira a Sócrates)
  • Las ranas (incluyen ataques contra Eurípides)
  • Los caballeros
  • La paz (obra sobre el fin de la guerra entre Atenas y Esparta)
  • Las avispas
  • Los acamenses
  • La asamblea de las mujeres
  • Las tesmoforiazusas
  • Lisístrata
  • Aves ( ridiculiza el gusto de los atenienses por los litigios)
  • Pluto (hace una reducción al absurdo del concepto de redistribución de la riqueza en Atenas)
Estas obras, básicamente caprichos, estaban escritas en una forma menos cuidada que las tragedias, e incluían escenas dialogadas, extensas arengas corales y gran cantidad de música y danza. 

Eurípides


(Salamina, actual Grecia, 480 a.C.-Pella, hoy desaparecida, actual Grecia, 406 a.C.) Poeta trágico griego. De familia humilde, Eurípides tuvo como maestros a Anaxágoras, a los sofistas Protágoras y Pródicos y a Sócrates, cuyas enseñanzas se reflejan en su obra. Eurípides presentó a concurso su primera tragedia, Los Pelíadas, con la que obtuvo el tercer puesto. Seguirían 92 obras más, de las cuales se han conservado diecisiete tragedias, que, sin embargo, poca fama y reconocimiento le aportaron en vida: sólo obtuvo cuatro victorias en los festivales anuales que se celebraban en Atenas, por lo que hacia el final de su vida decidió trasladarse a Macedonia para incorporarse a la corte del rey Arquelao.

Las obras de Eurípides representan un cambio de concepción del género trágico, de acuerdo con las nuevas ideas que había aprendido de los sofistas; así, su escepticismo frente a las creencias míticas y religiosas es manifiesto en sus obras, que rebajan el tono heroico y espiritual que habían cultivado Esquilo y Sófocles a un tratamiento más cercano al hombre y la realidad corrientes. El héroe aparece retratado con sus flaquezas y debilidades, dominado por oscuros y secretos sentimientos que le impiden enfrentarse a su destino, del que finalmente es liberado por la intervención de los dioses al término de la obra (recurso llamado deus ex machina, por los artilugios escénicos que usaba para introducir al dios); otras innovaciones suyas son la introducción de un prólogo y la asignación de un papel más reducido al coro. En sus tragedias pasa a primer término el tratamiento psicológico de los personajes, de gran profundidad.
El héroe aparece retratado con sus flaquezas y debilidades, dominado por oscuros y secretos sentimientos que le impiden enfrentarse a su destino, del que finalmente es liberado por la intervención de los dioses al término de la obra (recurso llamado deus ex machina, por los artilugios escénicos que usaba para introducir al dios); otras innovaciones suyas son la introducción de un prólogo y la asignación de un papel más reducido al coro. En sus tragedias pasa a primer término el tratamiento psicológico de los personajes, de gran profundidad.





Sofócles


Poeta trágico griego. Hijo de un rico armero llamado Sofilo, a los dieciséis años fue elegido director del coro de muchachos para celebrar la victoria de Salamina. En el 468 a.C. se dio a conocer como autor trágico al vencer a Esquilo en el concurso teatral que se celebraba anualmente en Atenas durante las fiestas dionisíacas, cuyo dominador en los años precedentes había sido Esquilo.

Comenzó así una carrera literaria sin parangón: Sófocles llegó a escribir hasta 123 tragedias para los festivales, en los que se adjudicó, se estima, 24 victorias, frente a las 13 que había logrado Esquilo. Se convirtió en una figura importante en Atenas, y su larga vida coincidió con el momento de máximo esplendor de la ciudad.
Amigo de Herodoto y Pericles, no mostró demasiado interés por la política, pese a lo cual fue elegido dos veces estratego y participó en la expedición ateniense contra Samos (440), acontecimiento que recoge Plutarco en sus Vidas paralelas. Su muerte coincidió con la guerra con Esparta que habría de significar el principio del fin del dominio ateniense, y se dice que el ejército atacante concertó una tregua para que se pudieran celebrar debidamente sus funerales.
De su enorme producción, sin embargo, se conservan en la actualidad, aparte de algunos fragmentos, tan sólo siete tragedias completas: Antígona, Edipo Rey, Áyax, Las Traquinias, Filoctetes, Edipo en Colona y Electra. A Sófocles se deben la introducción de un tercer personaje en la escena, lo que daba mayor juego al diálogo, y el hecho de dotar de complejidad psicológica al héroe de la obra.


Edipo Rey

Es la obra más popular de sofócles y narra la vida de un rey con este nombre, quien sin saberlo está casado con su madre. Este rey es un ser humano con espíritu de servicio, preocupado por el bienestar de la gente de su reino y angustiado por la peste que había en esos días, manda a Creón, hermano de Yocasta, la reina, a consultar el oráculo y éste le dice que el asesino de Layo, antiguo rey, habita en el reino y que el mal saldrá de él en cuanto tal asesino sea desterrado o muerto.
Ante tal noticia Edipo maldice al asesino y manda traer al vidente de aquel reino quien le dijo que no diría nada de lo que sabe, ya que Edipo y el reino sufrirían grandes decepciones. Ante la negativa del vidente y ante las insinuaciones de éste, Edipo no cesa de investigar hasta que se entere que el rey Layo fue muerto en el cruce de caminos donde Edipo mató a unos hombres cuando venía huyendo de su casa en Corinto ya que una maldición pensaba en él y ésta decía que mataría a su padre y se casaría con su madre y de esta unión nacerían hijos que a la vez serían sus hermanos, por tal motivo sale de su casa y tomó camino a su ahora reino, pero en el cruce de caminos mató a, quien sin saberlo, era su padre.
Con ayuda de un siervo antiguo de Layo quien le cuenta que el hijo de Yocasta y Layo no había muerto aún con la orden y consentimiento de sus padres, y que éste siervo lo entregó con unos garfios en sus padres, y que éste siervo le entregó con unos garfios en sus pies, Edipo ató cabos y se dio cuenta de que aquel hombre al que mató era su padre y que su esposa era su madre y sus hijas eran sus hermanas.
Al saber la verdad Edipo dice ser el hombre más desdichado que aquellas maldiciones que había hecho contra el esesino de Layo debían de cumplirse y ser desterrados.
Por otra parte, Yocasta, el ver descubierta la verdad que tanto evitó se suicida, ante tal acción Edipo se saca los ojos dejándose ciego y ruega a Cerón, hermano de Yocasta, que cuide a sus hijas y que su deseo de ser desterrado fuera cumplido.

Esquilo

Nació en Eleusis, cerca de Atenas, fue el primero de los grandes trágicos de esta ciudad. En cuanto predecesor de Sófocles y de Eurípides, es el fundador de la tragedia griega. Combatió contra los persas en Maratón, el 490 a.C., en Salamina, el 480 a.C., y posiblemente, en Platea, el año siguiente. Hizo al menos dos viajes, puede que tres, a Sicilia, y allí murió, en Gela, durante su última visita. Posteriormente se erigiría en este lugar un monumento en memoria suya. Se ha dicho que Esquilo escribió unas noventa obras.

Se conocen los títulos de 79 de sus obras teatrales, pero sólo han sobrevivido siete. La más antigua Las suplicantes, un drama con poca acción pero con muchas canciones corales de gran belleza; se cree que es la primera obra de una trilogía sobre el matrimonio de las cincuenta hijas de Dánao, que incluía las obras Los egipcios y Las danaides. Los persas, presentada el 472 a.C., es una tragedia histórica sobre la batalla de Salamina, y la acción tiene lugar en Persia, en la corte de la madre del rey Jerjes I.
Los siete contra Tebas, presentada el 467 a.C., se basa en una leyenda tebana: el conflicto entre los dos hijos de Edipo, Eteocles, y Polinices, por el trono de Tebas. Se cree que es la tercera obra de una trilogía, y que las dos primeras son Layo y Edipo. Prometeo encadenado, una obra de fecha incierta, retrata el castigo del rebelde Prometeo por parte de Zeus. Probablemente sea la primera obra de una trilogía prometeica, cuyas otras dos serían Prometeo desencadenado y Prometeo el que trae el anillo. Las tres obras restantes, Agamenón, Las coeforas y Las euménides (Las furias), presentadas el 458 a.C., forman la trilogía conocida como la Orestiada, o historia de Orestes. En Agamenón, una de las más grandes obras de la literatura dramática, el rey Agamenón regresa al hogar desde Troya y es asesinado a traición por su infiel esposa Clitemnestra. En la segunda obra, Orestes, hijo de Agamenón, regresa a Argos y venga la muerte de su padre asesinando a su madre y a su amante Egisto. Este matricidio es castigado por las vengadoras divinidades, las erinias. En Las euménides, las erinias persiguen a Orestes hasta que éste queda limpio de su sangre culpable y le declara inocente el antiguo tribunal del Aerópago gracias a la intercesión de Atenea, diosa de la sabiduría.

Al introducir un segundo actor en la obra, Esquilo creó el diálogo dramático. También desarrolló la representación del drama, al introducir el vestuario y los decorados. Los argumentos de sus obras son profundos, referidos al mito, la religión y la pasión, y encuentran expresión en un lenguaje muy poético. La Orestiada, probablemente su obra más madura, proporciona una intensa visión de sus conceptos de justicia y piedad y de su creencia en una voluntad divina con ayuda de la cual la humanidad puede alcanzar la sabiduría a través del sufrimiento

Píndaro


Es uno de los más célebres poetas líricos de la Grecia clásica.
Se tiene pocas noticias fiables sobre su biografía, a pesar de las seis Vidas que han legado autores antiguos. Se cree que nació en Cinocéfalos,Beocia, hacia el 518 a. C. y que, según la tradición, pertenecía a una familia aristocrática. De hecho,en la Vª Pítica él mismo parece afirmar que procede del linaje de los egeidas, por lo que a menudo manifestará en sus obras una especial simpatía por las instituciones dorias.
Pasa su infancia y primera juventud en Tebas y en Atenas, donde fue discípulo de Agatocles. Muy joven aún, participa en un certamen de poesía en el que es vencido por la poetisa Corina de Tanagra. Fue ella, y en esta ocasión, quien le aconsejó «sembrar a manos llenas, no a sacos llenos». La primera oda pindárica es la Xª Pítica y fue compuesta cuando el autor apenas contaba veinte años. Pronto se convierte en un renombrado poeta. Como tal, recorre las principales cortes aristocráticas de Grecia: Cirene, Siracusa, etc. Ante la invasión de los persas, adoptó una actitud de transigencia con el enemigo que era la interesada política de su patria tebana. En esta cuestión, Píndaro chocó con otro importante poeta, Baquílides, que había adoptado un punto de vista panhelénico y propugnaba la resistencia enconada ante los persas, que ve como una amenaza sobre el conjunto de toda la Hélade. Píndaro muere en Argos en 438 a. C.
La obra de Píndaro que se conoce se ha conservado en papiros de entre el siglo II a. C. hasta el II d. C. y en algunos manuscritos medievales que proceden de una selección efectuada en el siglo III. En total, han llegado hasta nosotros cuatro libros de epinicios que suman 45 odas y algunos fragmentos sueltos. Los epinicios (ἐπίνικοι / epinikoi) son cantos corales compuestos en honor de los vencedores en alguno de los cuatro certámenes deportivos de los Juegos Panhelénicos que se cantaban al paso de los campeones. Las composiciones de Píndaro suelen utilizar la victoria deportiva como simple punto de partida para loar el valor personal del atleta: su triunfo refleja la victoria de lo Bello y lo Bueno sobre la mediocridad.
Además de epinicios, Píndaro compuso himnos, peanes, partenios, cantos al vino, trenos, etc.
El estilo de Píndaro es peculiar y difícil. Se caracteriza por proceder con la materia poética a saltos, estableciendo asociaciones bruscas e imprevistas entre diferentes elementos. El lenguaje, muy elevado, procede de una mezcla artificiosa de diferentes dialectos y se satura de elementos retóricos, en especial de imágenes. La dificultad de la obra pindárica es paradigmática. Si resultaba ya oscura para sus coetáneos, con posterioridad autores que van de Heródoto a Voltaire hablan de lo ininteligible de su poesía. Sin embargo, Goethe o Hölderlin lo erigieron en símbolo de la libertad del genio creador.